Vino Blanco

"Dar en el Blanco"

Hay vida más allá del tinto. La calidad en alza y el precio moderado de los vinos blancos españoles reivindican su protagonismo en la mesa. Sobre todo en esta época festiva.

El vino blanco está de moda y su consumo no deja de aumentar, lo que resulta alentador en épocas de estancamiento como la actual. Tras la feliz recuperación y desarrollo de nuestras mejores variedades blancas autóctonas, como albariño, godello, treixadura, verdejo o garnacha blanca, y el cultivo adecuado a la calidad de otras más extendidas como el airén o viura (macabeo), los blancos españoles han alcanzado un estimable nivel de calidad, superando la mediocridad imperante hasta ahora. Lo que, junto a un precio moderado y su gran versatilidad gastronómica, está impulsando con fuerza el consumo. Y mucho más en épocas como la Navidad, donde pescados y mariscos tienen un papel protagonista en la mesa.

Porque nuestras variedades blancas son uvas de cualidades indiscutibles, pero no siempre fácilmente expresables. La renovación vitivinícola experimentada por nuestro país en los últimos lustros ha permitido que sobre ellas se asiente una oferta de vinos blancos españoles de excelente nivel. La fermentación en roble y posterior crianza con sus lías finas, al estilo borgoñón, han propiciado la mejora, aportando aromas complejos, especiados, a la frutosidad madura, las notas florales desveladas,  la acidez oportuna y el paladar fresco, ligeramente goloso. Todavía queda mucho por hacer para generalizar lo que hoy es patrimonio de unos pocos: aunar finura y sutil complejidad con potencia y sabor. Pero estamos en el buen camino.


Fuente: Navidad. EL PAÍS SEMANAL, Nº 1.785, Domingo 12 de diciembre de 2010